10 Tesoros ocultos de la Senda del Oso

La Senda del Oso es una vía verde que discurre entre los municipios de Proaza, Teverga, Quirós y Santo Adriano, en Asturias. Se ha convertido en los últimos tiempos en una atracción turística de primer nivel. Cada año, miles de visitantes realizan parte de los 26 km de los que consta esta ciclovía.  Y por desgracia, en pleno mes de agosto, el trazado se convierte casi, casi en una calle de Madrid, en hora punta. Pero ¿hay alguna otra manera de disfrutarla? Os lo contamos en las siguientes líneas.

Senda del Oso a su paso por el Desfiladero de Peñas Juntas

Aunque la experiencia deportiva en plena naturaleza es preciosa, los que tenemos la suerte de conocerla desde niños, recomendamos saborearla tranquilamente, intentando evitar la vía principal. Y es que los alrededores de esta ruta esconden unos cuantos tesoros, que intentaremos desgranar en este post. Comenzaremos en el punto más próximo a Oviedo, recorreremos Proaza, Quirós y finalizaremos en Teverga.

Ruta de las Xanas

Ruta de las Xanas. Tramo excavado en la roca

Ruta de las Xanas. El pequeño Cares

El sendero, de apenas 365 m de desnivel, discurre por el rocoso desfiladero del arroyo de las Xanas. En la primera parte del camino, el arroyo queda tapado por la vegetación, a bastantes metros de profundidad. Se camina por camino de 1, 5 m de ancho aproximadamente, a través de túneles excavados en la roca y al borde del precipicio. En la segunda parte, el río queda a nivel de la senda, que discurre por un típico bosque de rivera y se puede encontrar algún que otro molino en ruinas. El final de la ruta, discurre entre praderas, llegando a la Iglesia de San Antonio de Pedroveya.

Pedroveya

Calle de Pedroveya

Esta parroquia (pedanía) del concejo de Quirós es un rincón muy especial, que bien merece una mención. Este grupo de casas apenas alberga 17 habitantes y es uno de tantos pueblos del final de la carretera, que puedes encontrar en Asturias. Rodeado de praderas donde puedes sentirte como Heidi, cuenta con una hermosa iglesia, junto a la cual se levanta un tejo centenario.

Pedroveya desde la ermita
Vecino de Pedroveya tallando madera

Comedero de buitres de Navaliegos

Realizando la ruta de las Xanas, descubrimos uno de los grandes secretos de Santo Adriano. Tuvimos la suerte de ver varios buitres con carroña en el pico, sobrevolando la zona. Como sabemos que hoy en día no se puede dejar  reses muertas en los prados, investigamos un poco y acabamos descubriendo una joya oculta de Quirós.

Buitres del Muladar de Navaniegos
Buitres alzando el vuelo para alimentarse desde el Hide de FAPAS

La finca que alberga el muladar está en la carretera de Tenebredo a Dosango, poco antes del alto del Alfiloro. Cuenta con un Hide, para observar, a 10 m de distancia, la bajada de los buitres a comer. Cada día a las 10:15 a.m., cuando traen los restos del matadero de los supermercados Alimerka (en Llanera), los buitres y alimoches se acercan alimentarse.

Alimoche en el comedero de FAPAS en Navaniegos

Para disfrutar de esta experiencia única dentro del Hide, es necesario reservar con meses de antelación. No obstante, los trabajadores de FAPAS os pueden acompañar a ver este espectáculo, desde la carretera, con la ayuda de prismáticos o teleobjetivos y contaros muchos detalles apasionantes de su trabajo. Agradecemos especialmente a Luis la atención que nos dispensó, de manera gratuita y altruista. Y por ello, pedimos la colaboración para este proyecto apasionante.

Cercado osero de Paca y Molina

Nuestra siguiente parada se encuentra sobre la parte más transitada de la Senda del Oso, pero… es un imprescindible de la visita a esta zona. Aparcando el coche en el área recreativa de Buyera, en apenas 10 minutos andando, se llega al cercado osero. El origen de este cercado fue el hallazgo en 1989, de Paca y Tola, dos oseznas huérfanas a causa de la caza furtiva y que no pudieron ser reintroducidas en la naturaleza.  Una de ellas ya ha fallecido, siendo sustituida por Molina.

Osezna en semilibertad del Cercado Osero en Buyera

Desfiladero de Peñas Juntas

Siguiendo la carretera AS-228, desde Proaza en dirección a Caranga de Abajo, se atraviesa el desfiladero de  Peñas Juntas o Peñasxuntas, excavado en la roca por el río Trubia. Recomendamos no perderse esta proeza de la naturaleza donde las rocas se besan. Incluso la regente María Cristina, madre de Isabel II, en 1864, ya llegó a comentar sobre este lugar: “esto es horriblemente bello”…

Túnel de Peñas Juntas en la antigua carretera
Antigua carretera a su paso por el desfiladero de Peñas Juntas

Para visitarlo y observarlo con detenimiento, se puede girar a la derecha unos 300 m antes de llegar al túnel de Peñas Juntas procedente de Caranga de Abajo, en un pequeño puentecillo sobre el río, y dejar el coche aparcado en ese lugar. Existe un acceso a la Senda del Oso desde ese punto, que permite recorrer un pequeño túnel por la orilla izquierda del río y se desemboca directamente en el desfiladero.

Túnel de la Senda de Oso que atraviesa el Desfiladero de Peñas Juntas

Otra opción es desviarse a la derecha en la AS-228, procedentes de Caranga de Abajo, inmediatamente antes del túnel de la carretera actual. Esta curva de la antigua carretera, donde se puede aparcar, te deja en medio del desfiladero, entre los farallones calcáreos. Sin duda alguna, se trata de una de las maravillas naturales que alberga el Principado.

Senda del Oso a su paso por el Desfiladero de Peñas Juntas

Bandujo

Vistas de Bandujo

Y por fin, llegas a la última población de la carretera. Fundada en el siglo VIII, esta aldea medieval de 43 habitantes, ha sido bendecida con unas vistas de las montañas circundantes, que no puedes describir con palabras.

Torre medieval de Bandujo

Pasearse entre sus casas de piedra, el lavadero, la famosa torre defensiva o la parroquia de Santa María con su cementerio, invitan a la tranquilidad, la meditación y te trasladan a otra época. ¡No parece que estés un cuarto de hora del bullicio y las hordas de gente de la Senda del Oso!

Aldea de Bandujo

Embalse de Valdemurio

Pasarela sobre el embalse de Valdemurio

Cueva Huerta

Cueva de la Huerta
Salida a superficie desde el tercer nivel (río suberráneo Páramo) de la Cueva de la Huerta

Desde este alejado punto de la Y, continuamos nuestro camino hacia nuestra siguiente parada:

Parque de la Prehistoria de Teverga

Este complejo museístico y cinegético se concibió como un proyecto que ejerciese de polo de atracción turística a este remoto municipio asturiano.

Reproducción de las pinturas de la Cueva de Tito Bustillo, en el Parque de la Prehistoria de Teverga

Alberga la reproducción hiperrealista de las pinturas rupestres de tres emblemas de la Prehistoria: las cuevas de Tito Bustillo, las de Candamo (ambas en Asturias) y la de Niaux (en Francia). Si no has tenido oportunidad de verlas en directo puede ser una bonita toma de contacto; si conoces alguna de ellas, pueden desilusionarte. Estas salas, junto con alguna otra en la que se explica aquel periodo y se exponen algunas piezas de aquel entonces, constituyen la zona de pago del parque (6 €/persona, con descuento del 20% si previamente has visto la Cueva de la Huerta).

Gamo en semilibertad en el Parque de la Prehistoria de Teverga

Sin embargo, para nosotros, la parte más llamativa del recinto es la exterior (gratuita). Cinco cercados muestran los animales prehistóricos, o los más similares a éstos en la actualidad.  Venados, gamos, bisontes europeos, caballos de Tarpan y de Przewalski, así como bóvidos de Heck viven en el parque, en semilibertad.

Bisonte europeo en semilibertad en el Parque de la Prehistoria de Teverga

La Senda del Oso discurre pegada al parque por la parte superior del mismo y también permite la observación de algunas de estas especies. Pero, aunque la hagas en bicicleta bien merece un parada y paseo por su interior…

Caballos de Przewalski en semilibertad en el Parque de la Prehistoria de Teverga

La Plaza

Por último, para terminar de recorrer este brazo tevergano de la Y, os invitamos a conocer la pequeña parroquia (pedanía) de La Plaza, situada en la AS-265, junto a San Martin de Teverga.

Cerca de 600 habitantes viven en torno a la plaza de la Colegiata de San Pedro  (siglo IX) y disfrutan de unas inigualables vistas a las paredes verticales del Macizo de las Ubiñas. Si vosotros también queréis vivir esa experiencia durante un rato, no dudéis en comer en la terraza delantera del restaurante La Chabola (ver dónde comer)… Si Jesus Calleja, cruza desde su León natal para comer aquí, será que merece la pena… Tuvo mucha gracia, tenerlo en la mesa de al lado comiendo…

Colegiata de San Pedro, en La Plaza

Y con este broche gastronómico finalizamos nuestro paseo por los alrededores de la Senda del Oso, saliendo un poco de los circuitos más famosos y conociendo sus otras maravillas…Y, aunque pensamos que la Senda en sí es una actividad deportiva muy recomendable, dedicarle un par de días a la zona es aún más interesante y enriquecedor. Bienvenidos a la “otra” Senda del Oso.

Dónde comer

  • Casa Generosa. Pedroveya 16. 33115 Quirós. 985 78 30 46. $ . Llamar para reservar. Puede ser un colofón excepcional después de la subida del Desfiladero de las Xanas. En pleno verano, tiene la posibilidad de comer bajo el hórreo. Y avisamos, es uno de esos bares asturianos de aldea donde no hay carta, se come eligiendo entre las dos o tres opciones de lo que se ofrezca ese día…El pote asturiano, guiso de fabes, berza y patatas con el mismo compango que la fabada, es realmente espectacular…
  • La Chabola. La plaza s/n. 33111 Teverga. 985 76 41 36. $$ Restaurante merendero, con terraza delantera con vistas a la Colegiata de San Pedro de Teverga y las montañas. Además, dispone de una acogedora terraza trasera sin vistas. Ofrecen un menú cerrado por 20 € con varios primeros y segundos a elegir, entre los que destacar el jabalí guisado. También tiene carta, en la que se encuentran entre otros: chosco (un embutido de cerdo cocido que se sirve caliente, muy característico del interior de Asturias); o cebollas rellenas de bonito, en salsa de tomate, también muy típico asturiano. Como postres no pueden faltar el tradicional arroz con leche y la leche frita.
Chosco de Tineo servido en La Chabola (La Plaza)

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