El lejano norte de Gran Bretaña es una tierra inhóspita, lluviosa, de historias milenarias y verdes paisajes montañosos. Por éste motivo las comunicaciones entre poblaciones son difíciles, lo que ha permitido conservar intactas costumbres y fortificaciones. También es la razón por la que, prácticamente la única manera de descubrirla, sea pasando largas horas al volante… pero un volante situado a la derecha del coche… En agosto de 2018 nos decidimos a pasar nueve días descubriéndola.
Qué encontrarás aquí
Un Road Trip en Gran Bretaña es toda una aventura, no apta para todos los públicos. Conducir por el lado opuesto introduce un poco de tensión e incertidumbre los primeros días, mientras te adaptas a las angostas carreteras sin arcén del país. Pero una vez cogido el tranquillo, disfrutas hasta del duro clima de lluvia y bajas temperaturas, incluso en verano.
En este artículo os contamos la primera parte de nuestro Road Trip. Una aventura nos dejó un par de días en Glasgow, dos jornadas a orillas de los Loch Lomond y Ness. Disfrutamos del legendario valle de Glencoe y nos perdimos otro día en las lejanas islas de Mull i Iona. Os dejamos el plano con todas las paradas.
En la segunda parte, que publicaremos más adelante, os contaremos nuestro paso por la isla de Skye, el retorno y descubrimiento de Pitlochry y alrededores, Stirling y su torneo de las Highlands, hasta llegar a Edimburgo, donde se celebraba el Festival Fringe, y final de nuestro viaje.
Días 1 y 2: Glasgow
Aterrizamos en Glasgow y disfrutamos un día y medio en esta ciudad industrial. Presume de un gran ambiente callejero: la colección de arte urbano más llamativa que hayamos conocido hasta la fecha; comida callejera y locales en los que se entremezclan tribus urbanas ; mercadillos de comida con música en directo como el Festival Village Merchant City y callejuelas antiguas y llenas de pubs y bares, como la emblemática Ashton Lane, junto a la Universidad.
Aunque también cuenta con sus rinconcitos monumentales. La sobria catedral de St Mungo y sobre todo, su necrópolis, situada sobre una colina, nos hicieron retroceder en el tiempo. Paseamos la cuidada y principal arteria comercial de la ciudad,Buchanan Street. Y visitamos el original y gratuito faro de Mackintoch. Pero nuestro rincón favorito de la ciudad fue la Universidad, en lo alto de una colina con vistas excelentes y su majestuoso claustro gótico, digno de cualquier novela de Harry Potter.
Día 3: Loch Lomond y los Trossachs
El tercer día de nuestro viaje partimos de Glasgow para llegar una hora más tarde a Balloch, a orillas de uno de los grandes lagos escoceses, el Loch Lomond. Esta aldea es centro de deportes náuticos y base de los barcos que hacen rutas en barco por el lago. Con una de estas rutas de 1 h, tuvimos la suerte de ver uno de los palacios de Sean Connery y decidir que queríamos visitar el castillo del pueblo en otra visita de aproximadamente 1 h.
Tras dar cuenta de una estupenda pie de patata y pollo en el Tullie Inn, seguimos conduciendo 15 minutos, por la orilla del lago, hasta la preciosa aldea de Luss. Apenas tres calles de casitas de piedra, con un coqueto café y una iglesia medieval nos dieron una idea del tipo de poblaciones de la zona.
A pesar del mal tiempo, decidimos acercarnos al curioso mirador de madera de Inveruglas Pyramid, a unos 20 minutos de Luss. Si no fuera por las cortinas de agua que caían, las vistas son absolutamente privilegiadas sobre el lago, cuyas orillas están catalogadas como Parque Nacional.
Pasamos la noche en el pequeño pueblecito de Ardgartan y rematamos el día con un bonito paseo a orillas del fiordo Long (Loch Long). Resulta bastante confuso que los lagos (agua dulce) y los fiordos (brazos de mar de agua salada) se denominan Loch en este país…
Día 4. Isla de Mull, isla de Iona, Oban
Tratando de conocer las Hébridas, pero sin las aglomeraciones de la Isla de Skye, nos decantamos por la desconocida Isla de Mull y no nos defraudó: pocos coches y muchas ovejas. Sin duda, el sitio más remoto de todo el viaje.
El día comenzó con 1 h y 20 minutos de conducción desde Ardgantan hasta Oban. Este trayecto nos llevó por la desconocida A83, en la que es obligado pararse en el Rest and be Thankful Viewpoint, un paisaje de cuento con redondeadas colinas tapizadas de verde. También disfrutamos de las vistas del castillo Kilchurn situado en una península que se divisa desde el Kilchurn Castle Viewpoint and Layby. Todas estas paradas las hemos dejado recogidas en el Google maps del inicio del artículo, para que podáis encontrarlas.
En Oban, subimos el coche a un ferry que nos dejaba en Craignure (Isla de Mull) en 1 hora, por unos 50 euros. Las focas acompañaron nuestro trayecto y se dejaron ver en algunos islotes durante la navegación.
Y aquí comenzó nuestra mayor aventura del viaje. Durante 1 hora condujimos por una vía de un solo carril con apartaderos para los encuentros con algún coche, incluso autobús que nos encontramos de frente. Es una vía sin poblaciones de ningún tipo que discurre entre altas montañas cuajadas de peludas vacas escocesas y ovejas.
El paisaje al llegar al otro extremo de la isla es magnífico. En Fionnphort te reciben playas de redondeadas rocas rosadas y aguas cristalinas, donde las vacas también campan a sus anchas. Y enfrente la minúscula isla de Iona, en la que vive gente pero no circulan coches. Cuenta con una de las abadías más antiguas de Europa occidental. Fundada por Columba, procedente de Irlanda, en el 563 d.C. albergó monjes y monjas durante siglos, hasta la llegada del protestantismo. Cruzamos en un pequeño transbordador en 10 minutos y descubrimos uno de los lugares más remotos, pero más hermosos de toda Escocia.
Para acabar el día, deshicimos el camino y pernoctamos en Oban. Este coqueto puerto pesquero tiene unos muelles y paseo marítimo lleno de bares y restaurantes donde dar cuenta de un buen fish a chips. Los dueños del airbnb donde nos quedamos nos recomendaron el Cuan Mor. Pero es necesario reservar.
Día 5. Glencoe, Loch Ness y Fort Augustus
Esta jornada la dedicamos a conocer el valle donde se libró una de las masacres más famosas de Escocia: Guillermo de Orange mandó matar a 40 miembros del clan MacDonald, por haberse mantenido fieles a su hermano Jacobo, durante el proceso para que no tomara el trono de Inglaterra. Jacobo finalmente se exilió en Francia. Desde Oban, únicamente se tarda una hora en llegar al Centro de Interpretación de Glencoe. Por favor, no os olvidéis de parar en Castle Stalker View Cafe & Giftshop, para ver desde lo alto el Stalker Castle, situado en una pequeña isla en el fiordo Loch Linnhe.
Por el valle de Glencoe discurre el majestuoso río Coe y puede verse a lo largo de la carretera. Nos fuimos parando en las diversos aparcamientos y Viewpoints. Uno de los más concurridos es el Three Sisters Viewpoint, desde donde se divisan las montañas de este nombre. También nos cautivaron las cataratas del río Coe, que puedes ver tanto desde abajo, como subir a su nacimiento. Cuando el valle comienza a abrirse, decidimos dar la vuelta, no sin antes maravillarnos antes ese paisaje casi plano con una solitaria casa de madera al fondo y su laguna entre la niebla.
El final de la tarde lo pasamos paseando Fort Augustus, un sitio que elegimos para dormir por encontrarse a medio camino de la Isla de Skye. Resultó ser uno de los pueblecitos donde más a gusto nos encontramos. Y es que el destino nos tenía preparadas otras sorpresas, además de poder asomarnos al Loch Ness.
Pudimos observar el funcionamiento de las esclusas para embarcaciones del canal de Caledonia. Exploramos por casualidad el impresionante Scotland Highland Club, una antigua abadía reconvertida en apartamentos de lujo, donde puedes alojarte si eres lord. Aquí os dejamos la dirección para que sepáis como hacerlo, ya que podéis comprar unos 100 cm2 de tierra para ayudar una ONG que se ocupa de la conservación de unas fincas santuario de animales salvajes, a orillas del lago Ness. Automáticamente la posesión de esa tierra te da derecho a un título.
Y por supuesto, nuestro Bed and Breakfast uno de los más acogedores, junto a su propietaria, de todo nuestro viaje. Os dejamos el enlace en el apartado dónde dormir.
Al día siguiente, emprendimos la marcha hacia la isla de Skye, a la que llegaríamos tan sólo una hora más tarde de haber salido. Esta turística isla, en la que es complicado encontrar alojamiento, fue el punto más alejado de Edimburgo y Glasgow al que llegamos en nuestra ruta. Todos sus secretos os los desvelaremos en Road Trip por Escocia , parte II… ¡Os esperamos!
Dónde y qué comer
- Festival Village Merchant City en Glasgow ($$) Candleriggs, Glasgow G1 1SS. Zona al aire libre perfecta para una cerveza y picar algo de comida callejera, que depende de las furgonetas que haya instaladas en cada momento. Además, ofrece música en directo y un ambiente distendido a lo largo de todo el año.
- Mono, en Glasgow ($).12, Kings Court, King St, Glasgow G1 5RB. Esta antigua sala de conciertos bajo una cúpula, que aún conserva la distribución y el ambiente punk en los baños y algunas dependencias, ofrece comida vegetariana a muy buen precio. Además, es un sitio muy atractivo para observar las diferentes tribus de la ciudad. Recomendamos el sándwich cubano.
- Tullie Inn, en Balloch ($$).Balloch Road, Balloch, G83 8SW. Este restaurante a orillas del Loch Lomond os permitirá disfrutar del Soup of the Day (generalmente de patata y verduras), servida con pan y mantequilla y perfecta para entrar en calor, los días de peor climatología. También prepara unas pie de pollo con puré de patatas bastante aceptables.
- Clachaig Inn, en el valle de Glencoe ($). Glencoe, Argyll, PH49 4HX. Este local de montaña está situado en un antiguo albergue de montaña. Aunque la carta es bastante limitada, la comida es abundante y tiene muy buen precio. Además cuenta con un ambiente de senderistas y actuaciones en directo en ocasiones. Recomendamos el plato de morcilla (black pudding) que acompañan con chutney.
Como última recomendación, no os vayáis de Escocia sin probar un Irn Bru, un refresco con bastante cafeína de color naranja chillón, considerada extraoficialmente “bebida nacional”. Encantará a los adictos al azúcar.
Dónde dormir
Glasgow ofrece muchísimas posibilidades de alojamiento y por eso no queremos condicionar vuestra elección. Únicamente dejaremos reseña de un Bed and Breakfast que mereció realmente la pena en Fort Augustus. Es una de las formas más económicas de alojarse en Escocia y tiene la ventaja del trato y la cercanía a la gente local.
- Lorien House Bed and Breakfast ($) Station Rd, Fort Augustus PH32 4AY. Confortable, cercano a todo, con un estupendo desayuno que incluía huevos con salmón ahumado si querías. La propietaria es encantadora, os ayudará en todo lo que necesitéis y os dará buenos consejos para comer o conocer la zona.
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