Pensar en el sur de la provincia de Alicante es imaginar playas de arena blanca y un mar en calma, de amables temperaturas… Sin embargo, esta parte de la provincia esconde mucho más. Joyas como Santa Pola: pueblo de sabor marinero, historia milenaria, paisajes de sal, paraíso para todo tipo de aves, senderos y paseos preciosos junto al mar. ¿Qué harías en una completísima jornada allí?

Qué encontrarás aquí
- Introducción
- Avistamiento de aves en las Salinas de Santa Pola
- Restos arqueológicos: villa romana del Palmeral, Portus Ilicitanus
- Castillo fortaleza de la población
- 11 km de playas en Santa Pola
- Qué y dónde comer
- Puerto pesquero. Lonja
- Paseo Vicealmirante Blanco García
- Faro de Santa Pola y su pasarela
- Más actividades en Santa Pola
Santa Pola está situada a media hora en coche al sur de Alicante capital. Esta villa marinera disfruta de unos paisajes privilegiados y una luz muy especial que te invitamos a explorar durante una jornada con coche por el municipio.
8:00 a.m. Avistando aves en las Salinas de Santa Pola

El amanecer y las primeras horas del día son el mejor momento del día para avistar flamencos y otras aves. Coge el coche o la bicicleta, un par de prismáticos, una buena cámara de fotos, un plano de los observatorios, la guía publicada por Turismo de Santa Pola y un buen repelente de mosquitos y descubre esta práctica que puede llegar a ser adictiva. La primera vez, es buena idea ir en una visita guiada (Turismo de Santa Pola las ofrece) para encontrar los mejores puntos de vista y aprender a distinguir las especies.

Quizás el invierno, en el observatorio del Pinet, sea la mejor época y el mejor lugar para ver gran cantidad de flamencos, relativamente cerca. Aunque existen colonias instaladas en la zona durante todo el año, en esa época se encuentran un montón de especies en periodo de migraciones.

En verano, contarás con la ventaja de poder ver las balsas de recolección de sal de un espectacular tono rosáceo, debido a las bacterias halófilas, las únicas que resisten una concentración tan fuerte de sal. En el Museo de la Sal situado al comienzo de las mismas, te muestran todo el proceso en detalle.
Disfrutamos de un paisaje de marisma único y os recomendamos acercaros a algunas construcciones. Una de las más singulares es la torre vigía del Tamarit, torre de defensa originalmente del siglo XVI y reconstruida hace unos pocos años.
También podréis ver desde fuera del recinto (ya que son privadas) el edificio de las Salinas Bonmati y las garberas (montañas de sal que parecen nieve) de las Salinas Bras del Port.
10:30 a.m. Descubriendo restos arqueológicos: Portus Ilicitanus y la villa romana del Palmeral

Aparcando el coche junto al parque del Palmeral, se accede a pie a estos dos enclaves. La lujosa domus romana, del siglo IV d.C. está situada en el interior del parque, rodeada de un murete de 80 cm de alto y totalmente visible desde el exterior. Conserva unos interesantes mosaicos. Además, existe una aplicación para apreciar su reconstrucción en 3D con la aplicación Domus Portus AR y la lectura de los códigos QR de la carterlería. Podéis conseguir las entradas y más información aquí, aunque es visible desde el exterior.

Los aproximadamente 3000 m2 descubiertos de Portus Ilicitanus representan una pequeña parte de una extensa ciudad íbera y posteriormente romana dedicada al comercio y la producción de garum. Aunque sólo se puede acceder en visita guiada, es visible desde la calle privada adosada al edificio. En ella se pueden apreciar diversas casas, así como parte del alcantarillado y el trazado de calles.
11:45 a.m. Almorzando y descubriendo el Castillo Fortaleza
En 10 minutos desde Portus Ilicitanus, llegamos andando hasta la plaza de la Glorieta, en cuyas inmediaciones almorzamos, como hacen muchos de los icositanos. En la Comunidad Valenciana, esta costumbre es sagrada a media mañana. Un bocadillo, tapas o tostada, una caña, unas olivas y un café y ya estás listo para continuar con la marcha.

En la plaza se encuentra situado el Castillo Fortaleza del siglo XVI. Fue construido para proteger a la población y los pescadores de los ataques de los piratas. El inmenso patio de armas da acceso a la ermita de la patrona, la Virgen de Loreto y al pequeño Museo del Mar, una joya en la que nos detuvimos tres cuartos de hora.
13:30 p.m. Paseo o baño por las playas
Santa Pola cuenta con más de 11 km de playas totalmente accesibles desde el casco urbano. Las más próximas al puerto y al centro del pueblo son la Gran Playa hacia el sur, o la Playa de Levante hacia el norte del puerto. Dependiendo de la época del año, os puede servir para un agradable paseo antes de comer o un bañito para refrescarse del calor.
14:30 p.m. Comiendo junto al puerto deportivo

La zona del puerto deportivo presenta una variada oferta gastronómica de comida local e internacional. Para comer el tradicional caldero tabarquino (donde se sirve el caldo con el pescado delante y el arroz después) o un arroz meloso con gatet (pescado seco), podéis acercaros al restaurante La Cofradía o al restaurante La Barca. Pero para un precio más ajustado y arroces más tradicionales como el negro o del senyoret tenéis el Buenísimo. Pero la oferta es infinita…

Haciendo tiempo para la siguiente visita, no os olvidéis de tomaros una horchata o un helado de postre, en alguna de las numerosas heladerías. ¡Alicante es la tierra de esos postres tan especiales!
17:00 p.m. Visita la lonja del pescado y el puerto pesquero
A esta hora se produce la llegada y descarga de los barcos después de su jornada de pesca. Comienza la subasta en la lonja del segundo puerto pesquero por número de capturas del Mediterráneo. En los 86 barcos de la Cofradía se traen desde boquerones y sepias hasta los cotizadísimos gallopedro y quisquilla roja. La entrada al público no es libre, pero se organizan visitas guiadas que permiten la entrada al interior del recinto.

Desde la parte alta de la lonja se nos permite observar a los compradores, en su graderío, con su chaquetilla blanca y su pulsador. Pujan una a una por cada bandeja. Van saliendo a bastante ritmo por las dos cintas transportadoras y son proyectadas por una cámara en unas pantallas gigantes. Es una subasta a la baja desde un precio marcado por la Cofradía, intentando que el precio sea lo más justo posible para el que vende en función del calibre y la calidad ofrecida.

A la salida, siempre podéis haceros con pescado recién capturado en los puestos al aire libre de venta al público adosados a la lonja o en la tienda de la Cofradía, la Peixatería, donde también podéis encontrar caldo de pescado para arroces, mojama o hueva y sal de las salinas.
El paseo por esta zona se completa observando a las rederas, remendando las redes de pesca extendidas en el suelo y echándole un vistazo al Barco Museo Esteban González. Por desgracia, desde el COVID, este barco y el acuario del pueblo ya no se visitan por dentro.
19:00 p.m. Contemplando la isla de Tabarca desde el paseo Vicealmirante Blanco García

Nos trasladamos en coche a la playa Varadero, punto de inicio de este idílico paseo a lo largo de las calas de Santa Pola del Este. En unos 50 minutos ida y vuelta se puede completar esta travesía sin tráfico rodado próximo. Sólo el sonido del mar nos acompañará a observar las magníficas villas junto al mar, con unas increíbles vistas de la isla de Tabarca, que te parece alcanzable a nado…
20:30 p.m. Puesta de sol en la pasarela del faro de Santa Pola

Terminamos el día admirando la puesta de sol desde la emblemática pasarela instalada junto al faro de Santa Pola, situado a 10 minutos en coche de la población. Las vistas de la isla de Tabarca y de toda la línea costera son espectaculares. Hacen las delicias de los amantes de Instagram. Aunque lo más singular de este precioso paraje es que 6 millones de años nos contemplan desde en uno de los pocos atolones fósiles que se conservan en el mundo. Además, se esconden interesantes refugios antiaéreos de la Guerra Civil Española.

Después de una jornada tan intensa, piensas que este pueblo marinero ya te ha enseñado todos sus secretos. Pero no es así, si decides quedarte algún día más descubrirás sus otros tesoros:
- cruzar en barco a bucear o hacer snorkel en la reserva natural marítima de la Isla de Tabarca;
- recorrer en btt o a pie los senderos que conducen al faro o discurren por el pie del atolón;
- disfrutar de deportes náuticos como el kitesurf en la playa Lisa;
- lanzarte en parapente desde las cercanías del faro;
- tapear y tomar una copa en las terrazas del puerto deportivo;
¿Quién habló de los destinos “sol y playa”? Siempre hay algo más allá…y os lo ampliaremos en próximos blogs…
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