Qué ver y hacer en Santa Pola (Alicante)

Pensar en el sur de la provincia de Alicante es imaginar playas de arena blanca y un mar en calma, de amables temperaturas… Sin embargo, esta parte de la provincia esconde mucho más. Joyas como Santa Pola: pueblo de sabor marinero, historia milenaria, paisajes de sal, paraíso para todo tipo de aves, senderos y paseos preciosos junto al mar. ¿Qué harías en una completísima jornada allí?

Puerto pesquero de Santa Pola

Santa Pola está situada a media hora en coche al sur de Alicante capital. Esta villa marinera disfruta de unos paisajes privilegiados y una luz muy especial que te invitamos a explorar durante una jornada con coche por el municipio.

8:00 a.m. Avistando aves en las Salinas de Santa Pola

Flamencos en las Salinas de Santa Pola
Avoceta en las Salinas de Santa Pola

Quizás el invierno, en el observatorio del Pinet, sea la mejor época y el mejor lugar para ver gran cantidad de flamencos, relativamente cerca. Aunque existen colonias instaladas en la zona durante todo el año, en esa época se encuentran un montón de especies en periodo de migraciones.

Garberas (montañas de sal) en las salinas Bonmatí

En verano, contarás con la ventaja de poder ver las balsas de recolección de sal de un espectacular tono rosáceo, debido a las bacterias halófilas, las únicas que resisten una concentración tan fuerte de sal. En el Museo de la Sal situado al comienzo de las mismas, te muestran todo el proceso en detalle.

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Disfrutamos de un paisaje de marisma único y os recomendamos acercaros a algunas construcciones. Una de las más singulares es la torre vigía del Tamarit, torre de defensa originalmente del siglo XVI y reconstruida hace unos pocos años.

También podréis ver desde fuera del recinto (ya que son privadas) el edificio de las Salinas Bonmati y las garberas (montañas de sal que parecen nieve) de las Salinas Bras del Port.

10:30 a.m. Descubriendo restos arqueológicos: Portus Ilicitanus y la villa romana del Palmeral

Villa romana del Palmeral
Restos arqueológicos de Portus Ilicitanus

Los aproximadamente 3000 m2 descubiertos de Portus Ilicitanus representan una pequeña parte de una extensa ciudad íbera y posteriormente romana dedicada al comercio y la producción de garum. Aunque sólo se puede acceder en visita guiada, es visible desde la calle privada adosada al edificio. En ella se pueden apreciar diversas casas, así como parte del alcantarillado y el trazado de calles.

11:45 a.m. Almorzando y descubriendo el Castillo Fortaleza

En 10 minutos desde Portus Ilicitanus, llegamos andando hasta la plaza de la Glorieta, en cuyas inmediaciones almorzamos, como hacen muchos de los icositanos. En la Comunidad Valenciana, esta costumbre es sagrada a media mañana. Un bocadillo, tapas o tostada, una caña, unas olivas y un café y ya estás listo para continuar con la marcha.

Castillo fortaleza de Santa Pola

13:30 p.m. Paseo o baño por las playas

Santa Pola cuenta con más de 11 km de playas totalmente accesibles desde el casco urbano. Las más próximas al puerto y al centro del pueblo son la Gran Playa hacia el sur, o la Playa de Levante hacia el norte del puerto. Dependiendo de la época del año, os puede servir para un agradable paseo antes de comer o un bañito para refrescarse del calor.

14:30 p.m. Comiendo junto al puerto deportivo

Puerto deportivo de Santa Pola

La zona del puerto deportivo presenta una variada oferta gastronómica de comida local e internacional. Para comer el tradicional caldero tabarquino (donde se sirve el caldo con el pescado delante y el arroz después) o un arroz meloso con gatet (pescado seco), podéis acercaros al restaurante La Cofradía o al restaurante La Barca. Pero para un precio más ajustado y arroces más tradicionales como el negro o del senyoret tenéis el Buenísimo. Pero la oferta es infinita…

Arroz meloso con gatet. Foto: Flickair Turismo de Santa Pola

Haciendo tiempo para la siguiente visita, no os olvidéis de tomaros una horchata o un helado de postre, en alguna de las numerosas heladerías. ¡Alicante es la tierra de esos postres tan especiales!

17:00 p.m. Visita la lonja del pescado y el puerto pesquero

Interior de la lonja de Santa Pola

Desde la parte alta de la lonja se nos permite observar a los compradores, en su graderío, con su chaquetilla blanca y su pulsador. Pujan una a una por cada bandeja. Van saliendo a bastante ritmo por las dos cintas transportadoras y son proyectadas por una cámara en unas pantallas gigantes. Es una subasta a la baja desde un precio marcado por la Cofradía, intentando que el precio sea lo más justo posible para el que vende en función del calibre y la calidad ofrecida.

Pantallas para la subasta del pescado en la lonja

A la salida, siempre podéis haceros con pescado recién capturado en los puestos al aire libre de venta al público adosados a la lonja o en la tienda de la Cofradía, la Peixatería, donde también podéis encontrar caldo de pescado para arroces, mojama o hueva y sal de las salinas.

El paseo por esta zona se completa observando a las rederas, remendando las redes de pesca extendidas en el suelo y echándole un vistazo al Barco Museo Esteban González. Por desgracia, desde el COVID, este barco y el acuario del pueblo ya no se visitan por dentro.

19:00 p.m. Contemplando la isla de Tabarca desde el paseo Vicealmirante Blanco García

Paseo Vicealmirante Blanco García

Nos trasladamos en coche a la playa Varadero, punto de inicio de este idílico paseo a lo largo de las calas de Santa Pola del Este. En unos 50 minutos ida y vuelta se puede completar esta travesía sin tráfico rodado próximo. Sólo el sonido del mar nos acompañará a observar las magníficas villas junto al mar, con unas increíbles vistas de la isla de Tabarca, que te parece alcanzable a nado…

20:30 p.m. Puesta de sol en la pasarela del faro de Santa Pola

Pasarela del faro de Santa Pola

Terminamos el día admirando la puesta de sol desde la emblemática pasarela instalada junto al faro de Santa Pola, situado a 10 minutos en coche de la población. Las vistas de la isla de Tabarca y de toda la línea costera son espectaculares. Hacen las delicias de los amantes de Instagram. Aunque lo más singular de este precioso paraje es que 6 millones de años nos contemplan desde en uno de los pocos atolones fósiles que se conservan en el mundo. Además, se esconden interesantes refugios antiaéreos de la Guerra Civil Española.

Puesta de sol desde la pasarela del faro. Vistas de la isla de Tabarca.

Después de una jornada tan intensa, piensas que este pueblo marinero ya te ha enseñado todos sus secretos. Pero no es así, si decides quedarte algún día más descubrirás sus otros tesoros:

  • cruzar en barco a bucear o hacer snorkel en la reserva natural marítima de la Isla de Tabarca;
  • recorrer en btt o a pie los senderos que conducen al faro o discurren por el pie del atolón;
  • disfrutar de deportes náuticos como el kitesurf en la playa Lisa;
  • lanzarte en parapente desde las cercanías del faro;
  • tapear y tomar una copa en las terrazas del puerto deportivo;

¿Quién habló de los destinos “sol y playa”? Siempre hay algo más allá…y os lo ampliaremos en próximos blogs…

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