Muchos a lo largo de la historia lo han elegido para quedarse. ¿Quieres saber el motivo? Nosotros, en un fin de semana, comenzamos a intuir por qué este Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO ha atraído a tantos …

Qué encontrarás aquí
La ladera sur de Sierra Nevada fue el lugar elegido por el último rey nazarí de Granada, para refugiarse cuando fue expulsado por los Reyes Católicos. También en los años 70, grupos de hippies, que salieron de Ibiza por el turismo de masas, lo buscaron. Así mismo, varias comunidades budistas se han instalado en sus praderas. Y sólo hay una clave para describir por qué: paz y naturaleza a raudales.
Tomamos como base para dormir el pueblo de Lanjarón. Más o menos, se tarda 15 minutos a Órgiva, el pueblo más cercano y capital de la comarca; 45 minutos a Capileira, el pueblo más alejado del barranco de Poqueira y 1 h a Trevélez, el pueblo más alto de Andalucía y final de la Alpujarra Granadina.
Lanjarón
Uno de los principales atractivos de Lanjarón son sus numerosos manantiales. Brotan en fuentes en cada plaza y es una maravilla sentarse a escuchar su murmullo entre plantas, al más puro estilo de los palacios árabes.

El más importante de ellos es el manantial de San Vicente, de agua rica en bicarbonatos y calcio, con gran poder diurético y antiestresante. Si tenéis curiosidad, podéis sentaros en la terraza del Hotel Balneario de Lanjarón, junto al señorial edificio de 1928 y pedirla. Dicen que es uno de los secretos de la longevidad de sus habitantes…

Reservamos una mañana para pasear por el Barrio del Hondillo, el más antiguo del pueblo. Entramos por la plaza de la Constitución, donde se encuentra el Ayuntamiento, con su monumental “Fuente Viva”. Nos metimos en cada recoveco descubriendo cuidadísimas entradas a casas y patios como el de las Alcántaras o el de los Torres. Aunque, la que nos cautivó para quedarnos a almorzar fue la plaza de Santa Ana, con su fuente, sus plantas y las vecinas que cuidaban de ellas o descansaban en sus bancos.

Tras un avituallamiento de dulces en la pastelería Dulceira, proseguimos nuestro paseo para admirar el barranco del Salado y el castillo del siglo XII.
La jornada continuó con un trayecto de 45 minutos en coche hasta Soportújar. El mirador del Visillo, al poco de salir de Lanjarón, es una parada obligada para apreciar el pueblo desde la ladera opuesta.

Órgiva
Por el camino, se puede parar a comprar miel, jarapas de las alpujarras o cualquier otro avituallamiento que necesitáis en esta población. Es el pueblo que más negocios tiene de la zona, a pesar de ser el menos vistoso. Ser el centro comarcal hace que todos los habitantes de los alrededores confluyan en él y puedas encontrarte turistas de todas las nacionalidades; hippies de la mayor comuna de España, llamada Beneficio, situada junto al pueblo de Cáñar; o monjes del monasterio O Sel Ling, andando por sus calles.
Soportújar

El más pequeño de los pueblos que visitamos es conocido el pueblo de las brujas. El origen de este mito se remonta a los colonos gallegos que repoblaron estas tierras durante el reinado de Felipe III, tras la expulsión de los moriscos. Desde entonces, cientos de leyendas circulan a su alrededor y el pueblo ha decidido explotarlo, construyendo esculturas, fuentes y hasta decorando una casa de cuento, en torno a esta temática.

Buscamos aparcamiento de pago junto a la estatua de la Bruja Baba Yaga, en la entrada y acabamos en el parking al final de la parte alta del pueblo. Permanecimos hora y pico para echar un vistazo a todos estos rincones de Soportújar:
- Cueva del ojo de la bruja y el puente encantado, con una magnífica panorámica del valle.
- Estatua de la cabeza de la bruja Baba Yaga. Aquí encontraréis el primer parking del pueblo.
- Plaza municipal con el ayuntamiento, Iglesia de Santa María la Mayor y mirador del embrujo.
- El soportal de la serpiente.
- La casa de la bruja Baba Yaga subida a unas enormes patas de ave y la fuente
- La casita de Hansel y Gretel.
- La fuente del dragón y el pozo de los deseos.
- Otras esculturas como la araña o la escoba de Baba Yaga.
- La calle más estrecha.
En época poco calurosa, se puede subir andando 3 h hasta el centro budista de meditación O Sel Ling. La ruta comienza junto al aparcamiento de Baba Yaga, con una señal que lo indica. Es una oportunidad única para sentirte transportado al Tibet por un rato, visitando su Buda, su Estupa y sus ruedas de oraciones. También es posible subir en coche (mejor 4×4), por la pista forestal que sale de la carretera A-4132, junto a la ermita del Padre Eterno, poco antes de entrar al pueblo. Los monjes y monjas estarán encantados de atenderos y contaros su modo de vida.
Ruta por el barranco de los pueblos de Poqueira
El segundo día lo dedicamos a visitar los tres pueblos principales del barranco de Poqueira. Para los amantes del senderismo, recomendamos hacer esta visita a pie, siguiendo el sendero de los pueblos de Poqueira a lo largo del barranco. Existe una ruta circular partiendo de Pampaneira si sois senderistas habituales.

Una opción más relajada es dejar el coche en Pampaneira, el pueblo más bajo, para tomar el autobús de línea o un taxi que os deje en Capileira e ir descendiendo. De Capileira a Bubión se tarda ½ h ida. Es un paseo con un desnivel mínimo que nosotros realizamos de ida y vuelta y nos enamoró por sus vistas de los pueblos blancos con la nieve de las montañas al fondo. De Bubión a Pampaneira, el desnivel es bastante mayor y se tarda una hora más.
Capileira
Comenzamos la mañana visitando Capileira y perdiéndonos bajo sus tinaos, soportales de madera y cañizo. Los bereberes que acompañaban al último rey de Granada fueron los responsables de traer esa manera de edificar que resguarda del frío y del calor. Además, disfrutamos del mercadito de arte de la plaza del Calvario y de una cervecita con pincho y vistas al valle en la terraza del Café Loma Pua .

Bubión
La disposición del pueblo permite apreciar muy bien los tejados planos con chimeneas altas. Son típicos de las construcciones de la zona y evitan la entrada de la nieve en casa, en invierno. En su plaza de la Iglesia, y el Ayuntamiento, parece que el tiempo se detiene. Aprovechamos esta parada para comer en el restaurante Teide y regresamos a pie a Capileira donde habíamos aparcado el coche.

Pampaneira
A última hora del día, bajamos en coche (10 minutos) hasta este empinadísimo pueblo. Existen dos aparcamientos junto a la carretera general: uno en la parte baja y otro en la parte alta, donde nos quedamos.
Nos encontramos el lugar vacío de turistas y con sus habitantes relajándose a la fresca. Nos llegaron a preguntar si no teníamos que trabajar al día siguiente, de sorprendente que les resultó ver viajeros a esas horas de un final de Semana Santa en Andalucía… Y es que estos tres pueblos se han convertido en un lugar de peregrinaje del turismo de masas. Dependiendo del momento del año hace perder un poco el encanto del área. Si es posible, mejor ir por semana y fuera de temporada.

Pampaneira cuenta con la fuente de San Antonio y con un precioso lavadero que desagua en superficie. Éste es el secreto del agua que discurre de continuo por la zona central de la calle Águila (o calle del agua), la calle más pintoresca del pueblo. El agua también es protagonista del final del paseito Federico García Lorca, con inscripciones de versos del poeta y que conduce a la Fuente Agria. En este viaje, probamos un agua mineralizada por segunda vez: agua ferruginosa, con propiedades curativas para las anemias y enfermedades del hígado.

Para completar el fin de semana, teníamos el plan de acercarnos a Trevélez y visitar algún secadero de jamón. Finalmente, al sólo contar con media mañana más y tener que ir en dirección contraria a nuestro regreso a casa, decidimos salir de las Alpujarras y concluir nuestro viaje en Guadix de la Sierra y sus impresionantes alrededores, geoparque de la Unesco. Pero esto os lo contaremos en otro post…
Dónde comer
- Restaurante Teide, $. Calle Carretera 1, 18412 Bubión. Tras una larga caminata, merece mucho la pena sentarse en la terraza del restaurante, bajo los árboles en flor y con vistas al barranco. Recomendamos pedir medias raciones (no están en la carta) o bien compartir una ración para dos personas, porque son muy abundantes. Las especialidades de la zona son: el plato alpujarreño, con patatas a lo pobre, huevos, pimientos, chorizo, morcilla; migas servidas con melón y sandía, además de chorizo, panceta y morcilla; y choto guisado, cabrito guisado con mucho amor y sofrito, especiado con hierbas aromáticas, servido con patatas a lo pobre. ¡No os olvidéis de probar el postre casero de flan de higos al Pedro Ximénez!


- Pastelería Dulceira, $. Calle Honillo, 1, 18420 Lanjarón. Probamos un pionono granadino, un pastelillo de crema con requemado sobre una base de bizcocho. También tomamos unos canutillos fritos rellenos de crema pastelera y unas hojuelas andaluzas con miel (misma masa frita que la de los canutillos, pero en tiras).
Dónde dormir

- Hotel Balneario de Lanjarón, $$. Es un enorme y funcional hotel de 4 estrellas, que elegimos por ser de los menos antiguos del pueblo. Al pernoctar, te permiten disfrutar su piscina exterior gratuitamente y tomar el agua medicinal en los desayunos. A partir de 15 € ofrecen tratamientos de spa y servicios de balneario en el señorial edificio de 1928 (actualmente en restauración). No obstante, la zona está cuajada de alojamientos rurales con más encanto. Antes de reservar, hay que asegurarse que no os ofrecen viviendas interiores o que dan a patios de ese tipo.
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